Por: Querien Vangal
Nov. / 2008
El tema de las jóvenes embarazadas antes del matrimonio sigue en pie a pesar de todos los intentos de la ciencia y de la técnica para tener lo que llaman por ahí, "sexo seguro". La intención de este breve escrito es ayudarte a tomar una decisión, la mejor decisión para ti y para la vida que llevas dentro.
El siguiente testimonio es verídico y la persona implicada aceptó que se publicara para ayudarte:
"Mi mamá me conoce más de lo que pude imaginar... Un domingo por la tarde después de regresar de Cuernavaca de unas vacaciones con mis amigas, estaba yo en el cuarto de mis papás viendo la tele cuando mi mamá entró y me pidió que la acompañara a casa de mi tía Eberth a dejarle unas agujas porque quería tejerle algo a alguien.
La verdad, no quería porque estaba cansada y le temía a los momentos de estar a solas porque sabía que le tenía que decir que estaba embarazada.
Mi novio y yo platicamos con la mamá de un amigo que es doctora, y nos explicó los pros y los contras de un aborto, además, visitamos a un doctor que los practicaba, después de esto, decidimos Gracias a Dios, tener a nuestra adorada hija; pero enfrentarnos a nuestros padres no era fácil.
Retomo el relato de la ida a casa de mi tía, me sentaron en el banquito de los acusados (así le decimos a un banquito que tiene en su cuarto) y directamente mi mamá me peguntó si estaba embarazada.... ¡Fue un momento muy difícil! y ahora que soy mamá, lo comprendo mejor. Yo, sin titubear le respondí que si. Mi tía se aceleró y me dijo que lo mejor sería mandarme con mi otra tía, Martha, a Estados Unidos y que buscara a alguien para que me practicara un aborto. Yo muy segura del apoyo de mi novio, respondí que no, que ya habíamos decidido tenerlo. Mi mamá estaba como choqueada y al ver que mi tía y yo empezábamos a discutir, se levantó y dijo: es su decisión y ahora hay que pensar cómo decírselo a su papá.
En ese momento entré en pánico. Mi papá me adora y siempre he sentido que nuestra relación es ¡increíble!, pero tiene un carácter muy fuerte.
El tiempo iba pasando y no sabía en qué momento enfrentar a mi Pa. Se enteraron poco a poco mis hermanos, tuvieron distintas reacciones y el mayor decidió que era él, el que tenía que decírselo a mi papá, para relajar un poco mi tensión. Un miércoles al llegar mi papá de jugar frontón con sus amigos, mi hermano le pidió que lo acompañara a su cuarto y le dijo todo, yo solo vi cómo se agarro la cabeza y se sentó en la cama, cuando subió a su cuarto le pidió a mi mamá que me dijera que ya me durmiera y que otro día platicaría conmigo.
Por supuesto no dormí. Después de que pasaron varios días y constatar que mi papá actuaba como si nada y no me decía nada, no sabía si sentir miedo o tranquilidad.
Fue hasta el domingo, 7 días después, que después de comer, mi papá nos pidió a mis hermanas y a mí que subiéramos a su cuarto junto con mi mamá, y ahí sí me apaniqué.
Ya en el cuarto sentadas mis hermanas y yo en la cama, entró mi Papá y se sentó en la mecedora de mi mamá y me dijo:
Tienes 2 opciones para esto que está pasando, primera, te vas mañana a Estados Unidos con tu mamá y buscamos quién te practique un aborto lo más seguro que se pueda, o, segunda, ¡me conviertes en el abuelo más feliz del mundo! Por supuesto que me paré lo abrace y le dije que quería tener a mi bebé y que mi novio estaba al 100 conmigo, se levantó de la mecedora sacó dinero y nos mandó por un helado de Mc.Donalds para que su nieta no saliera con cara de helado.
Por supuesto que años después, mi mamá me platicó que mi papá lloró como niño chiquito en cuanto salimos de la casa.
Hoy después de 19 años no tengo más que darle gracias a Dios por tener una familia tan maravillosa y que me ha apoyado siempre.
Mi hija se convirtió en el ángel de la casa, mis papás la adoran y mis hermanos igual. Mis papás reconocen lo que ahora mi marido y yo hemos pasado y admiran y adoran a mi esposo. No puedo dejar de mencionar que la tía siempre ha visto por nosotros y quiere muchísimo a mi hija mayor.
Un hijo es el mayor regalo que Dios nos puede dar, de mi experiencia aprendí que si un amigo es un tesoro, la familia lo es todo. Amo a mi esposo, adoro a mis 3 hijos y le pido a Nuestro Señor que siempre bendiga a todas las personas que directa o indirectamente han estado siempre con nosotros.
Nada me gustaría más que poder transmitir esto a tantas chavitas que no saben qué hacer.
Sé que tuve la gran fortuna de encontrarme a un hombre maravilloso que me adora y que sus hijos son su vida, y sé que Dios Nuestro Señor siempre me lleva de la mano, al igual que la Virgen María que como madre siempre me da consuelo y un gran ejemplo. No es fácil el camino, pero vale la pena recorrerlo."
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