La llamada Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, es una mina de oro para líderes corruptos, según lo han comenzado a reconocer militantes de esa agrupación, quienes han planteado a su interior la realización de un tribunal popular para quienes motivados por el lucro, pactaron con el gobierno y dejaron solos a los familiares de presos y desaparecidos, hay quienes sugieren que la nula participación de las agrupaciones de la APPO en acciones en contra del gobierno los meses de julio y agosto pasados, ha costado por lo menos 400 millones de pesos que fueron distribuidos entre los líderes visibles del magisterio y las organizaciones que participan en la APPO.
La propuesta que han buscado se apruebe por la Asamblea estatal desde el domingo 5 de agosto del año pasado, es la de denunciar públicamente la manipulación y el engaño del que han sido objeto por parte de Felipe Martínez Soriano (a) "el púas", ex integrante del Frente Nacional Democrático Popular (FNDP), brazo político hasta 1987 del Partido Revolucionario Obrero Campesino Unión del Pueblo (PROCUP). Dicho personaje, a denuncia de los militantes de la APPO, formó grupos de poder al interior de esa agrupación para seguirlos utilizando, ya que se alzó como el guía moral y espiritual de las acciones que emprendieron los diversos grupos y organizaciones que coincidieron en ese movimiento que tanto daño sigue causando a Oaxaca.
Acusan así mismo, al profesor Ezequiel Rosales Carreño, Secretario de Organización de la Sección XXII del SNTE, el cual ocupó en ausencia de Enrique Rueda Pacheco, el cargo de Secretario General interino de la sección. A este líder magisterial lo identifican al equipo de su antecesor, y los militantes de la APPO lo señalan de haberse enriquecido, al cobrar más de 3 millones de pesos por manejarlos y evitar así que subieran el primero y segundo lunes del cerro a enfrentarse a la policía municipal, estatal y federal, que resguardaban la celebración de la Guelaguetza.
La APPO-PRD, desde diciembre de 2006 comenzó a sufrir un deterioro, aunque no trascendió de los muros de Ciudad Universitaria, en la Universidad Pública de Oaxaca. Los conflictos y los reclamos entre los dirigentes fue tomando matices de enfrentamiento personal, tan es así que hay amenazas de muerte que pueden cumplirse, luego de que mutuamente se acusan de ser agentes del gobierno federal y estatal para llevar al fracaso a esa agrupación surgida luego del fallido desalojo a los profesores, que la policía estatal realizó ese 14 de junio de 2006.
¿Cómo trasciende esta información? Luego del 5 de agosto de 2007, los appos abrieron los ojos, como dice " El Gonzo", activista de la APPO y militante del Partido Comunista de México: " creímos en un cambio estricto y apegado a ética revolucionaria, pero no se dio, al contrario, desde el primer momento del surgimiento de la APPO, los profesores y líderes corruptos manipularon y sangraron a la organización, haciendo pactos tras la cortina, recibiendo prebendas y recursos económicos para doblegar, enfrentar a la APPO con (Felipe Martínez Soriano) el pueblo y usar el doble discurso, que no es más que la actividad contra- revolucionaria que acostumbran los infiltrados para tronar el movimiento".
¿Lo lograron? A decir de quienes conocen la problemática desde adentro, el panorama en la APPO es triste, los presos por los que se supone se lucharía, han sido abandonados a su suerte, los familiares ignorados por los dirigentes, quienes han optado por tomar vacaciones, como el caso de Rafael Rodríguez Enríquez, a quien el Frente Popular Revolucionario (FPR) apoya, pero que ha recibido severas críticas por parte de quienes en las organizaciones han visto que el fracaso de la lucha popular-magisterial ha sido uno de los ejemplos más duros de asimilar para los familiares de hijos e hijas que no han regresado a sus casas, ya que se encuentran presos en diversas cárceles del estado y otros fuera de él, como Flavio Sosa Villavicencio, que a decir de "Gonzo" fue un simple chivo expiatorio. No obstante, para los líderes, que siguen siendo los favorecidos del inicio de "La revolución del siglo XXI", el problema es tratado a puerta cerrada, creando cortinas de humo que sirven para esconder la corrupción que se ha manejado como solución al problema que representa el seguir teniendo a presos en las cárceles y más de dos mil peticiones de obras sociales a nivel estatal incumplidas por el gobierno.
¿Continuará el movimiento? "Los líderes están cooptados, han sido ubicados por el gobierno, no los doblegaron con la cárcel sino con recursos económicos, no es fácil que tú como militante te enfrentes a un dirigente que tiene de 15 a 20 sicarios, puedes perder la vida y así como está la lucha, no vale la pena".
¿Valió la pena tanta destrucción en Oaxaca? " No… fue extrema, hubo rabia indiscriminada, en las asambleas se manejaba el discurso explosivo, los compas salían con la idea que en todo Oaxaca se necesitaba quitar al tirano, de creer en un nuevo amanecer…un rojo amanecer, socialista, con igualdad de oportunidades para los hijos de los campesinos y los obreros, una sociedad adecuada para recibir a los intelectuales que vienen de abajo, que persiguen mejores condiciones de expresión, los cambios que México necesita, al contrario de esto, fue un movimiento de la burguesía que sirvió para enriquecer a unos cuantos".
¿Buscaban entonces iniciar una revuelta? "Sí... esa fue la tirada, hay quienes proponían ideas descabelladas, como asaltar bancos por donde pasaran las megamarchas, repartir en ese momento el dinero obtenido entre los que fueran en la columna, se creía en una revolución, en un objetivo, el quitarle a los ricos para darle a los pobres. Un dirigente incluso propuso inmolarse y hacerse explotar, (Rafael Rodríguez Enríquez) estilo "mojaidines", pero la mayoría lo mandó a la chingada, no era el plan, está bien luchar pero no perder la vida, es contrarrevolucionario, nadie lo iba a ver como un sacrificio sino como una pendejada".
¿Creíste en la revolución del siglo XXI? "Sí creí y sigo creyendo, pero también sé que no se va a poder lograr, hay demasiados intereses entre los que siguen dirigiendo las organizaciones de la APPO, va a ser difícil, entiendo que costará sangre y lágrimas, pero no se logrará con dirigentes corruptos que buscan el lucro en todo, que impulsan a la juventud a morir para que ellos cobren el dinero de sus vidas, eso no es revolución, eso es negocio".
¿Ya notaste que te hablo de los hechos en pasado? "Ya me di cuenta… y sabes, no hay problema, porque después de todo eso es el pasado, fue un aprendizaje, fue la escuela, un laboratorio que tuviste que cursar, y aunque no te guste tienes que saber comportarte ante los maestros, entenderlos para poder superarlos y así lograr una nueva generación de revolucionarios, comprometidos con el pueblo, no lucrar ni buscar en la sangre de los caídos el pago para el beneficio de los mismos líderes.
¿Ya no buscan la caída del tirano? "No es eso, se hace imposible, se ha consolidado, usó los medios legales, o ilegales del sistema, para entronizarse, nuestro movimiento que costó muertos, se ha frustrado, ha quedado en especulación, sirvió para que los profesores lograran sus pretensiones económicas, pero nosotros, los sin nada, los jodidos ¿qué ganamos? Los que creímos en la revolución fuimos abandonados por nuestros líderes, la misma madrugada del 26 de noviembre de 2006 negaron todo, Flavio Sosa fue el único que se quedó en el barco, los otros buscaron alternativas, se lavaron las manos, mintieron, se acobardaron y no era el momento para eso. Los hechos (Flavio Sosa Villavicencio) sucedidos la noche del 25 de noviembre fueron una equivocación, lo reconozco, pero se hizo como pueblo enardecido, cansado de seguir siendo pisoteados, fue una determinación revolucionaria de consecuencias graves, pero dijimos que las afrontaríamos, los únicos que nos hicimos responsables de nuestros actos fuimos los jóvenes; los adultos, nuestros dirigentes y guías morales, se abrieron, simplemente huyeron y al teléfono pedían un acuerdo con los tiranos".
¿Los hechos del 16 de julio del 2007, fue la despedida? "Parece que sí, eso creemos, hay compas que siguen insistiendo en formar brigadas urbanas de acoso a la policía, Ejército Mexicano y al gobierno, de influir en la organización del pueblo; dejaremos la APPO, no fue un opción, le apostamos más a organizarnos en el seno del pueblo, no en la clandestinidad, sino organizando a la población para que puedan defenderse de los abusos, seguiremos existiendo".
¿Acuden al llamado del EPR? "No... esa forma de lucha tiene nuestro respeto, pero no coincide con los planteamientos que el pueblo busca, sus acciones tienen como objetivo el buscar la represión en contra de la población civil, eso no lo compartimos, vamos más por acciones de otro tipo".
¿Ustedes plantearon la violencia como método para la caída del gobernador? "Bueno, eso fue otra cosa, nosotros no somos ni fuimos terroristas, simplemente seguimos la inercia de un movimiento magisterial".
¿Estás seguro que no son terroristas en la APPO? "Hubo hechos en los que se dijo que fuimos nosotros los actores, pero eran (Rosendo Ramírez Sánchez) jóvenes del mismo movimiento contratados por los profesores para las actividades violentas"
¿Eso los exculpa? "Creo que sí, no fuimos nosotros, por eso no fuimos detenidos, nuestro planteamiento es todo por la razón y el derecho".
No se notó eso en el movimiento de la APPO "Se notaba poco, unos eran los que golpeaban y otros los que proponíamos, todos coincidimos en la salida de URO".
¿Tu actitud es lo que polarizó a la APPO, entre los malos, buenos y corruptos? "Así lo entiendes, pero no fue así, mi actitud es la que asumimos gran parte de los jóvenes, hoy, como te dije, está perdido y ya no hay regreso, la mecha sigue encendida, pero ya no será a través de la APPO, nuestro accionar lo haremos a través de grupos diversos"
Los presos que los líderes ya olvidaron.
¿Radicalizan posiciones? "Quizás con mayor experiencia, con un enfoque de lucha por el pueblo, para el pueblo y hacia el pueblo, sin corruptos, sin negociadores que se venden, sin profesores que buscan ser electos en las urnas, sin infiltrados que venden información por algunos pesos, sin líderes amargados que intentan darle prestigio a sus organizaciones, esa será la nueva forma de lucha".
Así concluye la entrevista con "El gonzo", personaje conocido en la APPO, la última palabra la tiene usted, ¿seguirá Oaxaca siendo rehén de estos grupos? Usted tiene otro panorama, la APPO una mina para líderes y románticos corruptos.
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