miércoles, 9 de junio de 2010

LA FAMILIA

 

Querien Vangal
julio / 2008

 

"La más antigua de todas las sociedades
 y la única natural es la familia"

J. J. Rousseau

 

«Conviene hacer realmente todos los esfuerzos posibles para que la familia sea reconocida como sociedad primordial y, en cierto modo, "soberana"».  Juan Pablo II

 

Hace unos días se celebró en Barcelona el Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad, organizado por el Instituto de la Familia.  Durante tres días, expertos de renombre internacional presentaron, a los más de trescientos participantes, diversos estudios para analizar el estado actual de la familia, su problemática con la que nos estamos enfrentando, sus dificultades, y sobre todo buscando soluciones efectivas de apoyo a las familias, haciendo eco a las recomendaciones de Juan Pablo II: "El futuro de la humanidad se fragua en la familia"

 

Me llamó poderosamente la atención lo que uno de los ponentes expresó: "Es verdad que la problemática con la que nos enfrentamos deja mucho que desear: Descenso imparable de la natalidad que imposibilita un correcto cambio generacional y convierte a Europa en un continente cada día más viejo, maternidad tardía, descenso de matrimonios, aumento de abortos (sólo en Europa se asesina a un no-nacido cada 25 segundos), aumento de divorcios, aumento de los hijos nacidos fuera del matrimonio, violencia doméstica galopante y un largo etcétera nefasto para la buena salud de la sociedad".

 

Dado que el problema del deterioro de las familias está afectando en mucho a nuestro país --no me atrevo a decir si más o menos porque finalmente eso no nos trae ningún consuelo, baste decir que ya es un problema global--  me metí a la página Web recomendada: http://www.ipfe.org/Informe_Evolucion_Familia_Europa_2008_def_esp.pdf , en donde se encuentra el Informe sobre la Evolución de la Familia en Europa 2008,  presentado recientemente por el Instituto de Política Familiar(IPF) en el Parlamento Europeo, en donde pude constatar que en verdad las cifras son devastadoras.

 

Pero también, es verdad que estos datos no pueden dejarnos con los brazos cruzados. Reconstruir la deteriorada familia es posible. Sólo nos falta recobrar la confianza en la familia y defender a la familia desde la familia. Para ello, es verdad, que muchas veces necesitaremos presentar una batalla pacífica y sincera ante los ataques deliberados de los que pretenden exaltar el quebrantamiento del modelo de familia, con el único fin de destruirla. Y es que, como decía uno de los ponentes: "Familia débil, sociedad débil".

 

Pero, no podemos ni debemos renunciar, nuestra felicidad depende de ello, a "unir fuerzas para sostener, con todo medio posible, a las familias desde el punto de vista social y económico, jurídico y espiritual", como subrayó recientemente Benedicto XVI y a exigir a los poderes públicos unas políticas familiares efectivas de apoyo a la familia, "que ofrezca la posibilidad concreta a los padres de tener hijos y educarles en familia".

 

En definitiva, no debemos, no sería justo para las generaciones venideras, abandonar la defensa de la familia, puesto que es un bien insustituible para la persona y, por lo tanto, un valioso patrimonio común para la sociedad.



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