domingo, 28 de marzo de 2010

Virtudes


Por: Querien Vangal

Abril / 2008

 

Hay dos grandes tipos de virtudes: las infusas y las naturales. Las primeras las da directamente Dios y las segundas son el resultado de un continuo repetir actos buenos. Dentro de las virtudes infusas hay una subdivisión más: por una parte están las virtudes teologales y por otro las cardinales.

 

Las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) ordenan todas nuestras capacidades y fuerzas al fin sobrenatural que es Dios. Las virtudes cardinales (templanza, prudencia, justicia y fortaleza) disponen esas mismas capacidades y fuerzas pero a los medios que conducen al fin: ordenan los actos humanos a Dios.

 

Se llaman cardinales porque son como la bisagra o gozne sobre el que descansa toda la vida moral humana. También las llamamos cardinales porque son como ciertas condiciones necesarias para cualquier otra virtud.

 

Desde antiguo se han reducido las virtudes a cuatro principales.  Filósofos como Sócrates, Platón, Aristóteles, Macrobio, Plotino y Cicerón hablaron expresamente de ellas considerándolas virtudes quiciales.

 

La Sagrada Escritura nos habla de las virtudes cardinales en el libro de la Sabiduría (Sap 8,7) al afirmar que nada hay más útil a la vida del hombre que la templanza, la prudencia, la justicia y la fortaleza: "Y si amas la justicia, los frutos de la sabiduría son las virtudes, porque ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza, las virtudes más provechosas para los hombres en la vida". Sin embargo, es opinión común considerar a san Ambrosio como el primero que las llamó cardinales.

 

¿Por qué hemos elegido este subtipo de virtudes y no otras? Porque las cardinales tienen una grande influencia sobre tantas otras virtudes anejas y subordinadas. Si considerásemos al mundo de las virtudes como un  gran árbol, las cardinales serían las raíces. Es obvio que si queremos obtener frutos que perduren, trabajaremos de raíz.

 

¿Qué relaciones se pueden hacer entre medios de comunicación social y virtudes cardinales? Es fácil entender que para potenciar el recto y eficaz uso de los medios de comunicación, busquemos trabajar las raíces de cada una de nuestras acciones de manera que ese trabajo se convierta en un hábito bueno por el que, cada vez más espontáneamente, rechacemos instintivamente el mal que también ofrecen algunos medios de comunicación.

 

Si, como ya se ha dicho, las virtudes cardinales disponen nuestras capacidades y fuerzas a los medios que llevan al fin, y los medios de comunicación no dejan de ser canales que conducen a un fin último, Dios en definitiva, la relación está más que justificada. En buena medida tenemos parte del camino andado pues como dijimos al inicio, Dios nos ayuda pero también deja espacio a nuestra libertad para responder soberana y buenamente.

 

No está de sobra recordar qué es una virtud. El Catecismo de la Iglesia Católica dice que la virtud  "es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige en acciones concretas" (Cfr. CIC no. 1803)

 

Sí, nosotros queremos el bien; más aún, a él tendemos. Deseamos actuar de una forma correctamente ética siendo fieles a nuestra conciencia cuando usamos los medios de comunicación dando así lo mejor de nosotros mismos. Aspiramos a optar, siempre y en todo momento, por el bien. A continuación vamos a ir ofreciendo reflexiones en torno a cada una de las virtudes teologales aplicándolas a líneas generales de acción más o menos concretas donde cada una de ellas se puede emplear o identificar su aplicación. Dado que el Internet ofrece un amplio campo para el ejercicio, vamos a hacer un énfasis sobre él si bien por analogía se podrá utilizar los comentarios para el cine, la radio, la televisión o la prensa escrita.

 

Pero antes de ir a las reflexiones, conviene tener presente dos aspectos valiosísimos que no podemos dejar de lado y que debemos recordar a lo largo de la lectura de este texto pues, en última instancia, queremos crecer en la vivencia de las virtudes no sólo en su relación específica con los medios de comunicación sino también en todas las demás dimensiones de nuestra vida. Y para crecer debemos recordar que no estamos solos: tenemos a Dios.

 

A) Las virtudes crecen de tres formas:

 

A.1 Mediante la educación: por eso no están demás las enseñanzas aprendidas en el hogar ni los valores que guardan relación con las virtudes que se aprenden ya no sólo en la familia sino también en la escuela, de la cultura y de la sociedad.

 

A.2 Mediante actos deliberados: todos nuestros actos son libres. Tenemos libertad de acción. Pero nuestras acciones tienden a ese principio inscrito en nuestro interior: hacer el bien y evitar el mal. Indudablemente podemos abrazar el mal, pero sólo mediante actos buenos podemos fortalecer los buenos hábitos y ser así más virtuosos. Si fuese al contrario, seríamos viciosos pues el vicio entraña el mal.

 

A.3 Mediante la perseverancia en el esfuerzo. Es un dato de experiencia el que algunas veces obramos el mal, que sucumbimos. Sin embargo podemos levantarnos y proseguir la lucha para ser mejores. También es un dato de experiencia el que las buenas acciones cuesten alcanzarlas. El esfuerzo es el empleo enérgico de la fuerza física contra algún impulso o resistencia; el empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades.

 

B) La gracia divina las purifica y las eleva

 

No hay que perder de vista que en la vivencia y fortalecimiento de las virtudes contamos con la ayuda de Dios que quiere que las vivamos y transmitamos haciendo percibir la belleza que entrañan. A la educación, libertad correctamente empleada y esfuerzo constante se une la bendición de Dios.

 

 

1. La prudencia

 

La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. Ya lo dice el libro de los proverbios: "El hombre cauto medita sus pasos" (Prov 14,15).

 

En las antiguas Grecia y Roma, el hombre que gobernaba los caballos de los carros en las carreras de circo era llamado auriga. Muchos han visto en la virtud de la prudencia a ese auriga de todas las demás virtudes ya que las conduce indicándoles su camino. Así, el hombre prudente decide, ordena y guía su conducta según el juicio de la prudencia.

 

La prudencia abarca virtudes acerca del conocimiento (memoria, entendimiento, docilidad, sagacidad, razón, circunspección, providencia y precaución), la synesis (virtud que nos ayuda a juzgar según las reglas comunes) o el consejo.

 

En su relación con los medios de comunicación social, esta virtud nos enseña:

 

A. Respecto a la prensa escrita: a ser precavidos cuando leemos artículos o noticias que pueden afectar las verdades fundamentales de la ley natural y de la fe, viciándolas, adulterándolas o sembrando la confusión en nuestro interior con el consiguiente riesgo de afectar luego a otros. No podemos "pecar" de soberbia considerándonos lo suficientemente maduros como para prescindir de ella. Es verdad, como lo hemos dicho en alguno de nuestros artículos, que podemos educarnos en la lectura de la prensa a través de su análisis y confrontación. Aquí se presupone todo cuanto se ha dicho en esos otros lugares.

 

B. En relación con la radio y la música: aquí también podemos aplicar lo dicho en el punto anterior si bien va no a la lectura cuanto a la audición de programas y música. La prudencia nos ayudará a renunciar a la música que puede conllevar a varios males como la dispersión mental, la asimilación inconsciente de criterios no aptos para el hombre o la incitación a determinadas acciones (pienso, por ejemplo, en la música violenta con letra agresiva que invita a actos vandálicos). Es muy conocido que algunas películas y programas de televisión han influido en la manera de comportarse de miles de jóvenes de entre los cuales han salido asesinos en escuelas, por ejemplo, de diferentes ciudades de Estados Unidos aunque no únicamente allá.

 

C. En relación al cine, la televisión y el Internet: siendo que en estos tres medios de comunicación ocupa un lugar destacado el campo visual y siendo que el triste desarrollo de la pornografía se extiende ya no sólo a productos específica y totalmente pornográficos (hoy por hoy, muchas películas o programas de televisión con argumentos varios y proyectados a plena luz del día recurren a escenas llenas de erotismo o tal cual a la pornografía pues saben que provocan morbo y curiosidad malsana y en consecuencia son causa de mayor audiencia).

 

La prudencia nos ayudará a evitar toda aquella ocasión que nos lleve a buscar la lujuria de la vista (que las más de las veces lleva a la de la carne) dando al acto sexual la justa reivindicación que tiene dentro del marco del amor conyugal del verdadero y único matrimonio posible: el de un hombre y una mujer. Concretamente en Internet, nos dará la certidumbre de que renunciaremos a ver pornografía cuando no la buscamos y que ni siquiera pasará por nuestra mente el ir a la caza de ella.

 

 

2. La justicia

 

En la Sagrada Escritura el hombre justo es relacionado con el personaje que se distingue por su rectitud habitual de pensamientos y conducta hacia el prójimo. Tradicionalmente se ha definido la justicia como la acción de dar a cada uno lo suyo.

 

La justicia comprende virtudes como la religión, la piedad, la obediencia, el justo castigo, la fidelidad, la simplicidad, la afabilidad, la liberalidad y la equidad.

 

Justicia, entonces, implica que de hecho le estamos dando un lugar a los medios de comunicación; significa que les estamos dando o les debemos dar el auténtico lugar que deben ocupar en la vida de la sociedad; es decir, que los estamos valorando correctamente.

 

Puede surgir una duda: ¿y cuál debe ser esa correcta valoración? Ayuda pensar una y otra vez que son "medios", no fines. Sólo la persona humana y Dios son fines en sí mismos. Puede estar latente la tentación de convertirlos en fines invirtiendo en ellos todo nuestro tiempo irresponsable e injustamente. Los medios de comunicación nunca sustituirán, por ejemplo en el mundo de Internet, el valor de la relación persona a persona. No podemos abstraernos de la realidad. Se puede hacer uso de Internet para enriquecer las relaciones interpersonales en su justa medida a través del chat o el messenger, pero jamás ese medio suplirá nuestro ser social que como humanos llevamos intrínsecamente.

 

La virtud de la justicia también hace referencia a un derecho tristemente violado y cada vez con mayores posibilidades de impunidad: la propiedad intelectual. Me refiero, sobre todo, a la prensa y el mundo editorial impreso y digital, a la música y a la cinematografía. ¡Con qué facilidad se presentan en la escuela –incluso a nivel universitario– trabajos descargados de portales de Internet o transcritos de alguna enciclopedia o libro sin citar la fuente o al autor! Ni qué decir del negocio en que se ha convertido la música robada y difundida en varios portales o de la exhibición y transmisión no autorizada de películas que aún no salen oficialmente al cine o a la venta que solemos conocer con el nombre de piratería.

 

Tampoco parece que sea justo lucrar con la mentira (caso de algunas agencias de información, periódicos y noticieros de radio o televisión), el sexo (más reprobable aún si es con menores de edad) que venden continuamente y al que se solivianta en la publicidad, programas, páginas de Internet y música. Y si ya de por sí nos es natural identificar la injusticia de quienes la promueven y difunden, ¿qué no se puede pensar de quien la compra?

 

 

3. La fortaleza

 

La fortaleza es la virtud que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral.

 

Ligadas a la fortaleza están virtudes como la magnanimidad, magnificencia, paciencia, longanimidad, perseverancia y constancia.

 

Es más o menos frecuente que al navegar por Internet aparezca algún anuncio poco digno en su lenguaje, publicidad excitante, personas que a través del chat nos estimulan a actividades ilegales e inmorales (venta de droga, por mentar un caso) o a pornografía. Somos humanos, somos capaces de caer; pero quien es fuerte puede dominarse e inclinarse por el bien renunciando a la tentación del mal. Y si además tiene las debidas motivaciones espirituales, sabrá ofrecer ese autodominio en bien y progreso de sí mismo: se perfeccionará como hombre y nutrirá aún más sus hábitos buenos.

 

La fortaleza dice perseverancia en el recto uso de los medios de comunicación; recto uso que significa: momentos adecuados para utilizarlos, tiempo invertido en ellos, jerarquizar prioridades, etc.

 

 

4. La templanza

 

La templanza es la virtud que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar para seguir sus pasiones. Con razón se dice que un hombre templado es señor de sí mismo.

 

A la templanza relacionamos virtudes como la vergüenza, honestidad, abstinencia, sobriedad, castidad, virginidad, continencia, mansedumbre, clemencia y modestia.

 

¡Cuántas veces acudimos al televisor, a la música, al Internet o al cine no por necesidad sino como evasión de las exigencias de la propia vida! Sí, es verdad que uno de los objetivos secundarios de los medios de comunicación es también el de procurar un descanso al cuerpo y al espíritu. Pero cuando disfrazamos el necesario descanso siendo en realidad pereza, desgana o búsqueda placentera de comodidad a como dé lugar, estamos en riesgo de pasar a un inadecuado uso de los medios de comunicación. Y es que si no nos colocamos límites, fácilmente nos podemos dejar llevar por los placeres.

 

Conclusión

 

Mucho puede ayudar en la aplicación y vivencia diaria de cada una de estas virtudes en su relación con en el uso de los medios de comunicación social, el identificar en cuál de ellas debemos trabajar más o dónde están principalmente nuestras dificultades. Como dijimos al inicio, las virtudes cardinales son las raíces de un frondoso árbol donde muchas otras son las ramas verdes y lozanas.

 

No hemos pretendido abarcar todos los momentos en los que se puede vivir cada virtud. Seguramente que con el tiempo se podrá ir bajando a circunstancias más concretas. Es tarea de cada uno aaprovechar las oportunidades que se nos presenten para el propio crecimiento y la consolidación de los buenos hábitos.

 

Evaluar las posibles mejorías tras unos meses de ejercicio y práctica puede servir de faro para analizar si efectivamente estamos poniendo las herramientas necesarias para ir adelante o si estamos estancados en algún punto.

 

 

 


Un hecho ignominioso

 

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

abril / 2008 

 
Pepito y Manolín, dos buenos amigos identificados por aquellas cosas raras que suceden y que pueden explicarse; el primero era vivaz, activo y hablantín, y el segundo era todo lo contrario; eso si traviesos al cual más.   Cierto día en que estaban platicando y planeando sus travesuras, Pepito le dice a Manolín: --"Oye fíjate que me he dado cuenta de que es fácil adivinar hechos futuros".  Manolín se quedó absorto, y después de un rato contesta: --"No sé por qué dices eso".  Pepito, inmediatamente revira: --"mira, por ejemplo, yo te aseguro que esta tarde me pega mi mamá un regaño fuerte, con sus nalgadas de por medio".  Manolín, se queda como pasmado, y lento en su reaccionar, le contesta: --"A poco de veras eso sucederá".   Entonces Pepito, rápido en su accionar y sin decir más, toma una piedra del suelo y la arroja a la ventana de su casa, produciendo un estruendo.  La mamá de Pepito no estaba en casa en ese momento; cuando llega al mediodía, ve de inmediato el daño, inmediatamente entra en averiguaciones y como resultado llama a Pepito y le pega un sonoro regaño acompañado de una fuerte nalgueada.  Por su parte Manolín, observando todo aquello, se dice a si mismo: "De veras, Pepito adivinó".
 
El domingo 14 de abril de 2008, siguiente a la toma del Congreso por las huestes pejistas, se celebró un mitin del Frente Amplio Progresista (FAP)  --de progresista tiene lo que yo de marciano--, AMLO, al inicio de su perorata, con una sonrisa de soberbia y burlona, dijo, palabras menos palabras más: "Ya lo dije aquí antes, lo dijimos antes de la acción –refiriéndose desde luego a la toma del Congreso--, que todos se nos iban a echar encima, que nos iban a tundir de palabras altisonantes".  ¡Caramba qué visionario es el Peje!, entonces me acordé del cuento de Pepito y Manolín.
 
Pero pasando de lo chusco a lo serio, que es como realmente se debe ver este increíble y lamentable asunto.  Y digo increíble porque así resulta, ya que a estas alturas, cuando pensábamos que, aunque a tropezones y a traspiés, ahí íbamos caminando para consolidar una verdadera democracia, nunca era de esperarse, a pesar del loco, que sucediera un hecho de estas dimensiones.   Lo de lamentable, porque no creo que haya alguien, con un poco de cordura, que festine el hecho --salvo desde luego los paniaguados del Peje que lo llevaron a cabo y lo siguen sosteniendo (escribo esto siendo las 13 horas del 24 de abril de 2008)--, al contrario lo deplora.
 
Hoy me desayuné con la noticia de que el IFE ordenó a la televisión que suspendiera la transmisión del video patrocinado por una sociedad civil. ¡Que, qué! ¡Acabáramos!, vamos bien, la democracia viento en popa.  Cabe la pregunta: ¿por qué el IFE interviene si no estamos en tiempos de campañas electorales?  Además AMLO no es candidato de nada, es un ciudadano más, loco, revoltoso y peligroso, pero ciudadano al fin.  Por otra parte, si en cambio, están coartando el derecho ciudadano de libertad de expresión.  Si estoy equivocado agradecería que alguien me lo explicaran, pero por lo pronto así lo interpreto.  Cuantas veces el señor López Obrador ha insultado al Presidente de la República y a las Instituciones de la República y ni quien le diga nada, en cambio una organización civil, que no ofende a nadie, solamente establece una similitud razonada, la callan.  ¿Es esto democracia?
 
El señor López Obrador es un dictador en ciernes, su voluntad tiene que acatarse como acto de fe, como diría mi compadre Cayetano, al más puro lenguaje coloquial: "aquí sólo mis chicharrones truenan".  Sus paniaguados, incondicionales a ultranza, lo son por conveniencia, "andan en la bola a ver que sacan de ella".  Son como el grupo de los "científicos" –guardando la debida proporción--  de la época de Porfirio Díaz.  Durante aproximadamente los últimos doce años de dicho régimen, los "científicos" se pegaron como lapa al dictador por puro interés mezquino.  Lo alababan en grado superlativo, le besaban los pies –por no decir otra cosa--  hasta hacerlo que se sintiera Dios, el "imprescindible", y así, cobijados bajo su sombra, cometer un sinnúmero de pillajes y atrocidades.  Así son estos paniaguados del Peje; malaya sea la hora en que aparecieron en escena, pero no durarán mucho, acabarán tarde o temprano --espero que por el bien de mi patria sea más temprano que tarde--  como ha pasado en casos similares y en otras latitudes.
 
Confieso que al escribir esto, siento que se me retuercen las entrañas, por el gran pesar que siento al ver a mi Patria sometida a este tipo de agresiones.  Además, agresión perpetrada por supuestos mexicanos, que yo los marcaría como traidores ya que están cometiendo un crimen de "lesa patria".
 
El complemento de la ignominia
 
Para completar el cuadro de un hecho ignominioso, los "brillantes" legisladores golpistas de la FAP –al PRD ya lo quebró AMLO--  todavía hicieron gala de un cinismo "sublime" y con gran desfachatez declararon que: "defender a la patria no era hacer el ridículo", como los calificó el Presidente Calderón.  En ese momento se oyó un gran estruendo, la tierra mexicana retumbó, y se oyó una voz que, como viniendo de ultratumba, diciendo: "No me ayuden compadres, si quieren ayudarme trabajen con ahínco, responsabilidad y honestidad".
 
Manolín va a casa de Pepito y se lo encuentra guardando en una mochila: su itacate, un juego de ajedrez, un fajo de revistas de historietas cómicas y un sarape.  Azorado Manolín le dice: --"¡Órale!,  ¿pues dónde vas?".  Pepito le contesta: --"Voy a defender a la patria a la Cámara de Diputados".  Manolín lo único que alcanzó a decir fue: ¡zopas!
 
Para finalizar, dejo en el aire dos preguntas:

1.- Andrés Manuel López Obrador ha dicho una y mil veces que es demócrata, juarista y que ama a su patria.  ¿Realmente reúne esos atributos, cuando actúa precisamente a la inversa?

2,- El Frente Amplio Progresista (FAP) ¿realmente es progresista cuando hace lo que está haciendo: provocando retroceso?

 
Lo peor: ellos creen que le están haciendo un bien al país.  Que son los "soccorritori della patria", como alguna vez gritaran en Italia Mussolini y sus huestes.


Retenes carreteros

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel
abril / 2008

 

La lucha contra el narcotráfico, que no contra la drogadicción, es cada vez más incomprensible y errática en México. Francamente antimexicana.  Tenemos dos problemas bien diferentes en cuanto el consumo de droga en México. Uno, de la droga que se produce en el país; y otro muy diferente, la que se importa y va destinada al mayor consumidor mundial en el exterior. Y así, la lucha contra el narcotráfico en México debiera tener también soluciones diferentes.

El diseño de esta lucha debiera basarse en consideraciones que llevan a resultados diferentes. Primero, definir con claridad si lo que queremos es, en primer término, el beneficio de la sociedad mexicana, o si lo que se busca es beneficiar a los intereses de los Estados Unidos.

El diseño de la estrategia de nuestro gobierno tiene que definirse en esos términos, y no como es, atendiendo principalmente el interés del gobierno norteamericano.

La cocaína suramericana es la manzana de la discordia. El tener geográficamente la vecindad con los EU nos ha hecho, según los norteamericanos, responsables del imparable consumo de esta droga por la sociedad estadounidense. México tiene, según ellos, la responsabilidad y obligación de parar el flujo de droga en nuestro territorio, droga que es prácticamente succionada por el gigantesco consumo norteamericano. ¡Nuestro pecado es, pues, geográfico! El gobierno norteamericano, centrando toda la atención en sus declaraciones y a través de los medios masivos de comunicación en el tráfico de la droga, es decir, el transportarla o moverla de un lugar a otro, saca fuera de su territorio y por lo tanto de su responsabilidad, la drogadicción, como si transportarla fuera lo que envenena a su sociedad. Para ellos lo más cómodo es situar el problema afuera. Por eso, por 20 veces que escuchamos la palabra "tráfico", sólo una vez escuchamos "¡consumo!".

En forma congruente con esa falsa interpretación del problema, han aparecido los puestos de revisión militar y de otros tipos en carreteras. Bueno, en territorio mexicano, porque usted se puede pasear por el inmenso territorio norteamericano y nunca se encontrará con algo parecido, ni le irá tan mal como en su mismo país. Los retenes son lo que hace del mexicano un extranjero en su propio país. En ninguna parte del mundo, siendo extranjeros, te tratan como en los retenes militares carreteros. Tienen alto costo millonario en lo económico, y lo que es peor, en la autoestima del mexicano. Son enemigos de la economía del país, la causa de frustración y pérdida de tiempo.

Los esfuerzos de México para frenar el consumo de la cocaína debieran estar centrados en evitar que esta entre y permanezca en nuestro territorio, y no, como se hace, en taponar la salida en los retenes, que provoca que esta quede, por diferentes razones, dentro de nuestro territorio, envenenando nuestro cuerpo social. Es obvio que cocaína que entra a México, no regresa, sino que facilita y da oportunidad a que se consuma por los mexicanos a precios relativamente bajos, y para quienes no estaba destinada la droga. Los retenes tienen la virtud, para los norteamericanos, de cambiar el destinatario de la droga. Iba para el norteamericano, y el reten la convierte en droga para el mexicano. El incremento en el consumo del mexicano se debe en gran parte a esta equivocada estrategia de lucha contra el narcotráfico.

Para nuestra desgracia, los retenes funcionan como si fueran provisionales, cuando algunos en el norte del país tienen más de quince años entorpeciendo y  molestando con largas colas que duran comúnmente hasta 10 horas, en el caso de los camiones de carga. Frecuentemente se ven colas de más de cinco kilómetros sobre la carretera. La pérdida económica es superior a cualquier costo de una estación de revisión bien diseñada y con la tecnología adecuada para hacer esta revisión una parada única de no más de 15 minutos. Nada muestra mejor la torpeza de nuestros gobiernos al no poder solucionar en tantos años este problema. Y nada muestra mejor la dejadez de nosotros los mexicanos.

 

 

 



Origen de Jesucristo

 

Por: Querien Vangal
abril / 2008

 

 

Hace unos años un sacerdote misionero viajaba a una isla "perdida". Allí comenzó a anunciar el evangelio. Los habitantes de aquel lugar al escuchar sus palabras se quedaron asombrados y decían al misionero: "¿cómo es posible que este hermoso mensaje llega a estas tierras sólo después de 2000 años?" ¡Es triste, pero esa es la realidad! Se ha dividido en tantas opiniones el mensaje de Cristo que es necesario luchar por su unidad, por anunciar su palabra a quien aún no lo ha escuchado.

 

Por ejemplo, sólo hay un 16 por ciento de católicos. Los cristianos en total son cerca de un 30 por ciento. El resto del mundo tiene otra creencia o no cree en nada. Es decir que para dos tercios de la población mundial, Jesucristo no significa mucho. Incluso hay gente que ni ha oído hablar de Jesucristo.

 

En tiempos de Jesús, pasaba lo mismo. Unos creían en él y otros no. Unos le amaban hasta la locura – díganme si no qué tiene de «razonable» rociar todo un valioso perfume sobre los pies de otra persona y secarlo con los propios cabellos- y otros le odiaban a muerte, y muerte de cruz. El mensaje era claro: "Él es el hijo de Dios, el Mesías, el redentor de la humanidad. El murió por nosotros, para liberarnos de nuestros pecados y abrirnos las puertas del cielo. Y quien cree en él y le acoge se salvará".

 

Delante de Cristo el hombre no se puede quedar indiferente. Esa ya sería una actitud derrotista. ¿Qué actitud tenemos nosotros? ¿Es tan difícil creer en él? A una conclusión podemos llegar leyendo este evangelio: razones humanas siempre las podemos tener para no aceptar a Cristo, aunque muchas más para creer en él. No olvidemos, sin embargo, que la fe es un don que Dios regala a aquellos que son sencillos y se lo piden. ¡Pidamos a Dios que aumente cada día nuestra fe! Tenemos mucho que ganar.

 

El pueblo de México es sui géneris en este renglón, pues al 95% se dice cristiano, y si, cuando menos la mitad de veras tratara de imitar a Cristo, otro gallo nos cantaría.  Al ver, a diestra y siniestra, el incremento de la corrupción y  de la delincuencia, se da uno cuenta de que todo es un engaño, pues si Cristo prevaleciera no existirían esos flagelos.  ¡Ah!, además, la mayoría de los delincuentes son de "golpe de pecho, limosnas, veladoras, etc.", y a muchos, en sus pueblos, los veneran como benefactores.



Miedo al cruzar por suelo mexicano

 

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Abril / 2008


Cada vez son menos los migrantes centroamericanos que realizan el viaje hacia Estados Unidos, debido a los abusos que sufren en México.  Para miles de centroamericanos que quieren ingresar ilegalmente a Estados Unidos, el largo recorrido comienza aquí, en los vagones de un ruidoso tren de carga que llaman "La Bestia", en el estado de Chiapas.  Con creciente frecuencia, el recorrido se corta pronto.

 

Los indocumentados centroamericanos tropiezan con nuevos controles dentro de territorio mexicano, incluidos inspectores que buscan polizones en los trenes. Los daños causados por los huracanes en las vías férreas complican más las cosas.

 

Como consecuencia, la cantidad de indocumentados no mexicanos detenidos en la frontera por las autoridades migratorias estadounidenses se redujo en un 60% desde 2005, a pesar de una intensa campaña en busca de extranjeros sin papeles. El año pasado fueron arrestados unos 68 mil extranjeros que no eran oriundos de México, la mayoría de ellos centroamericanos, comparado con los 165 mil de 2005.

 

En México mismo se redujo la cantidad de extranjeros indocumentados arrestados. En 2007 fueron detenidos 120 mil, la mitad registrada en 2005, año en el que el huracán Stan dejó las vías férreas en ruinas, según el Instituto Nacional de Migración (INM).

 

Desde que Felipe Calderón asumió la presidencia hace dos años, aumentó la cantidad de agentes de las fuerzas de seguridad que custodian la frontera sur.

 

El gobierno mexicano intenta frenar el paso de indocumentados de otros países, pero no hace mayores esfuerzos por contener el flujo de mexicanos que ingresan ilegalmente a Estados Unidos, limitándose a combatir a narcotraficantes y coyotes. Las leyes mexicanas estipulan que un mexicano tiene total libertad de desplazamiento dentro del país, por lo que no violan ley alguna al llegar a la frontera.

 

Muchos mexicanos se solidarizan con los indocumentados centroamericanos, pero también abundan quienes no los quieren en territorio nacional.

 

Isaac Castillo, dueño del hotel La Posada, en Arriaga, dice que los centroamericanos con frecuencia terminan radicados en México, donde ganan el doble de lo que pueden percibir en sus países.

 

"El problema no radica sólo en EU, sino también en México, porque muchos centroamericanos quieren quedarse aquí y competir con los mexicanos por los puestos de trabajo", manifestó Castillo.

 

La campaña del gobierno ha hecho que los centroamericanos busquen nuevas rutas.

 

Algunos pagan hasta siete mil dólares para ingresar a México por mar y luego esconderse en camiones que van al norte.

 

Estas embarcaciones y camiones intentan evitar los puestos de control que abundan en la frontera sur y en las carreteras de esa región.

 

Las autoridades mexicanas no son el único obstáculo, y los riesgos abundan. Varias personas han muerto al ceder pisos falsos en los camiones y 22 salvadoreños se ahogaron en octubre, al naufragar su embarcación frente a la costa del estado sureño de Oaxaca.

 

Los centroamericanos que no pueden o no quieren hacer la travesía marina apuestan a "La Bestia", el tren en el que hacen un recorrido de 3,600 kilómetros (2,000 millas) hasta Estados Unidos.

 

El trayecto comienza en el río Suchiate, en la frontera con Guatemala, que cruzan en precarias balsas, pagando un dólar. Luego caminan nueve días a lo largo de las vías del tren en una región selvática, bajo un sol ardiente, hasta llegar a Arriaga, a 360 kilómetros (200 millas) de la frontera. Ese es el sitio más cercano donde pueden abordar un tren desde que Stan destruyó la línea Chiapas-Mayab.

 

Durante el viaje deben pagar "cuotas" ("mordidas", coimas) a ladrones, funcionarios de inmigración, agentes de la policía y empleados del ferrocarril.

 

Juan Gabriel Ramos, un guatemalteco de 17 años que quiere reunirse con su madre en California, dijo que antes de llegar siquiera a Arriaga ya le había tenido que pagar a un agente de la policía federal y a otro de inmigración.  "Los dos me dijeron que si no les pagaba, me mandaban de vuelta a Guatemala", expresó Ramos.

 

Los centroamericanos afirman que, si son detenidos, las autoridades mexicanas los someten a abusos. En un publicitado caso el año pasado en la ciudad norteña de Saltillo, denunciaron ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que les habían hecho exámenes de recto con el pretexto de que querían determinar si portaban cólera.

 

"El maltrato al migrante aquí es brutal y nadie hace nada al respecto, porque todo mundo los ve como un botín", expresó el sacerdote católico Heyman Vásquez, quien calcula que el 80% de los centroamericanos que llegan a su refugio en Arriaga han sido robados.

 

La merma en el tránsito de indocumentados es particularmente notable en Arriaga, una localidad agrícola, en la que se produce maíz y sorgo. En la dilapidada estación de trenes hay unos pocos centroamericanos que esperan poder abordar algún tren. Algunos van a un refugio para extranjeros, ven televisión y relatan los abusos que padecieron.

 

Sentado afuera del refugio, un nicaragüense cuenta que una vez vio cómo un grupo de hombres violaba a una mujer y le disparaba a su novio. Una pareja hondureña dijo que huyó de su país cuando unos pandilleros mataron a su hija adolescente. Dejaron atrás a siete hijos, de entre 1 y 18 años, escondidos.

 

Abordar un tren no es nada fácil. A menudo deben sobornar a guardias y a la policía.   Algunos polizones están tan cansados que no pueden aferrarse al tren por mucho tiempo y terminan cayendo a las vías, sufriendo lesiones graves.  El viaje puede resultar mortal.

 

Jorge Guevara, un salvadoreño de 21 años, declaró que la primera vez que hizo el recorrido, en 2001, el tren descarriló y unas 20 personas fueron aplastadas y seguramente murieron. Él escapó y no sabe bien lo que sucedió.

 

"Ese accidente me dejó en shock, pero yo seguí", contó Guevara a un grupo de indocumentados que hacía el viaje por primera vez. "Uno no piensa en el peligro, sólo en llegar a Estados Unidos. Ya cuando esté allá pensaré en eso".

 

Guevara dijo que trabajó operando un montacargas en Dallas hasta que fue deportado el año pasado, luego de que la policía lo detuvo porque no le funcionaba una de las luces traseras de su automóvil.

 

A Milagros Rivera y su familia le tomó un mes llegar a Ixtepec, localidad a 136 kilómetros (85 millas) al norte de Arriaga. Para entonces, esta salvadoreña de 36 años había sido robada tres veces: por soldados, por ladrones y por un policía.

 

En el peor de esos tres incidentes, ella, su novio, su hijo de 20 años y su nuera, de 18, fueron abordados por individuos armados junto a las vías. Los hicieron desnudarse y se llevaron 1,500 dólares que tenían, dijo Rivera.

 

"Fue un trago muy amargo, porque apartaron a mi nuera y pensamos que la iban a violar", expresó la mujer.  Los asaltantes finalmente dejaron ir a la muchacha, ilesa.

 

Rivera dijo que se dirigen a Virginia, donde tienen amigos que les han dicho que les ayudarán a conseguir trabajo.

 

"Se sufre mucho, pero la esperanza de llegar te ayuda a seguir adelante", manifestó.